ENTREVISTA A STEVE HACKETT
Realizada y traducida por Marta Costa el 30-09-2011
Exclusiva para The Musical Box Virtual
(Derechos Reservados)
TMB: El álbum que acabás de editar, Beyond the Shrouded Horizon ¿es material compuesto para este álbum o contiene sesiones del álbum anterior, como por ejemplo la colaboración de Chris Squire?
SH: Había distintos álbumes haciéndose al mismo tiempo. Uno de ellos era Beyond the Shrouded Horizon, otro era Out of the Tunnel’s Mouth, y otro con Chris Squire. Tenemos varios trabajos al mismo tiempo con el mismo equipo con algunas variaciones. Pero este es el más exhaustivo con la edición especial, doble álbum para USA. La gente insiste en que es un álbum de concepto y yo no, no lo pensé así. La gente insiste en que es un álbum progresivo y yo insisto en que no lo es; es demasiado diverso. Los temas son aislados aunque se relacionan por cierta forma. Estoy orgulloso. Parece que va a entrar en los charts británicos.
TMB: Ya que mencionás la palabra progresivo y decís que Beyond the Shrouded Horizon no lo es a pesar de la gente, ¿qué significa para Steve Hackett el término progresivo (si es que no es una mala palabra)?
SH: Por supuesto que no lo es. Creo que el problema con esa palabra es que anda dando vueltas hace más de 100 años, literalmente. Es un término técnico que usaba Richard Strauss para hablar sobre el trabajo de otro compositor. Y porque anda dando vueltas desde hace tanto tiempo, todos tienen interpretaciones distintas de lo que significa. Creo que fue un término alternativo para describir música programática, secuencial y conceptual. Puede ser música que cuenta una historia… cuando hice esa música hace muchos, muchos años, nunca había escuchado ese término; cuando componía para esos álbumes, nunca pensé que iba a ‘encajar’ en el canon del progresivo. En ese entonces, hacíamos lo que se llamaba fusión, hasta gótico. O art rock, rock teatral.
TMB: Volviendo a Beyond the Shrouded Horizon, este proyecto parece ser muy ambicioso considerando los distintos formatos en los que se edita: edición doble, edición vinilo ¿Por qué volver al vinilo?
SH: Hay una tendencia en la industria de volver al vinilo. Ya he editado en vinilo antes, normalmente los de música clásica, empezando con mi hermano en el proyecto Sketches of Satie. En este caso, lo sugirieron los húngaros con los que estuve trabajando. El material de Genesis recientemente remasterizado fue editado en vinilo también. Es algo que atrae a la gente que adora la presentación, algunos adoran el sonido, otros lo táctil del vinilo, otros la iconografía.
TMB: Mencionaste recién húngaros, y notamos que trabajaste con Djabe en varias ocasiones, la última en In the Footsteps of Attila and Genghis. ¿Nos podrías contar cómo es trabajar con estos músicos, cómo los definirías?
SH: Djabe es una banda húngara. Yo los describiría como una banda de fusión. Ellos hablan de sí mismos como una banda de música del mundo o música global. Trabajan con un núcleo y llaman en distintas ocasiones a músicos solistas de varias partes del mundo. Hacen un muy buen trabajo. Hay un paralelo entre lo que ellos hacen y lo que yo hago.
TMB: ¿En qué sentido hay un paralelo?
SH: En el enfoque pan-género, de todos los géneros juntos. Es ecléctico. Toman de todos lados. Creo que hay bastante sensibilidad jazzera en ellos.
TMB: Además de trabajar con Djabe, sabemos que colaboraste en otros trabajos. ¿Tenés planes de seguir trabajando en colaboración con otros músicos?
SH: Estuve trabajando con John Wetton, colaboré en el último trabajo solista de Steven Wilson de Porcupine Tree. También con Nick Beggs de Kajagoogoo. Es como un pool de músicos que tocamos y nos juntamos a trabajar con los otros. Más viejo me hago y más trabajo.
TMB: ¿y por qué es así?
SH: Probablemente porque cuando madurás… tiendo a trabajar más rápido, confío más en mis instintos, soy mejor instrumentista que antes, mejor en componer, uso menos la transpiración y más la inspiración y eso permite que ciertas cosas sucedan. Hoy permito que las ideas se… incuben en el subconsciente digamos. Hoy por hoy, y gracias a que conocí diversas escuelas de pensamiento y trabajo con gente de distintas partes del mundo, no tengo el mismo nivel de temor que solía tener en algún momento. Tenía el temor de no ser competente. Ahora estoy comprometido con la autenticidad. Ya no suscribo a la noción de originalidad, sino estoy más interesado en la autenticidad.
TMB: ¿Te ofrecieron alguna vez hacer música para películas?
SH: Me llamaron para hacer la música de Outwitting Hitler, la historia de un sobreviviente del holocausto, es un documental. Eso es lo que hice. Nunca me ofrecieron hacerlo para un largometraje. Hay mucha gente involucrada en eso y es un área muy competitiva. Concentro mis esfuerzos en componer y salir de gira.
TMB: Nosotros creemos que tu música es muy visual, filmográfica, aunque no entiendas las letras, la música recrea un clima, tono, que se puede asociar con una película.
SH: Absolutamente. Siempre pienso que compongo música para una película imaginaria, como una película para el oído. Creo que la música puede ser muy visual en sí misma. La música clásica fue diseñada para evocar imágenes.
TMB: Out of the Tunnel’s Mouth puede interpretarse como la boca de un túnel que muestra la salida, marcando así el fin de una era. Beyond the Shrouded Horizon, considerando que es un viaje a lo desconocido, ¿puede interpretarse como el comienzo de una nueva era para vos?
SH: Sí, ambos álbumes son dos mitades de una misma moneda. Es el comienzo de una nueva era para mí. Una especie de música después de la música, un renacimiento. Me siento libre de grabar cuando quiero, ir de gira donde quiero. Me estoy auto-gestionando, de cierto modo puedo determinar mi propio futuro donde no tengo que justificarme ante nadie salvo ante mí mismo. Trabajo en conjunto con mi equipo pero las ideas surgen de mí y por fin obtengo el respeto de la gente que dice que llevemos adelante una ida y no me dice que estoy loco. Y lo que estoy haciendo prueba que es un éxito comercial. Cuando las ataduras se soltaron, es increíble lo que podemos hacer con un poco de imaginación. La imaginación es algo que… la gente tiene grandes órdenes del día y te pueden distraer de tus ideas. Es muy importante apegarte a tus ideas. Si tenés una idea y creés que puede funcionar tenés que poder ser lo suficientemente resuelto como para empujar estas ideas y que no te distraigan.
TMB: ¿Qué 3 álbumes impactaron o influenciaron tu vida, ya sea profesional o musicalmente?
SH: Es una elección difícil. El primer álbum que compré, creo tenía 12 años, fue una versión del Bolero de Ravel, y de chico pretendía dirigir la orquesta. Tiene un crescendo incesante que empieza como un susurro y sigue como un himno y una marcha. Es algo que le agrada mucho a la gente del rock. Una gran orquesta que se anuncia a sí misma… funciona como el rock, tiene una base de riff más que el desarrollo de una melodía; tenés algo básico a lo que se le van sumando más y más instrumentos. Otro disco muy importante es el Sargent Pepper de los Beatles. No solo por el matrimonio entre rock, pop, historia, presentación de personajes y el uso de la orquesta sino además porque iban de lo cómodo a lo atonal, de la magia acogedora a momentos de soledad y desesperación. De cierta forma era como una caja de pandora. Desde lo musical es muy holístico. Es un álbum que define una era. Creo que no habrá otro Sargent Pepper y que influenció y marcó el camino de mucha gente que por un lado escuchaba blues, y por otro lado Bach, como yo, y que no imaginaba que un matrimonio así podía darse. Otro álbum que me influenció y que fue influenciado por los Beatles y llevó las cosas a otro nivel fue In the Court of the Crimson King. Lo que encuentro interesante es que es un álbum que salva una brecha generacional, tenés algo que une al jazz, el rock y el pop. Esa música alude al primer álbum que compré. Aunque King Crimson no fueran una orquesta, parecían conjurar el sonido de una orquesta. La habilidad de un grupo de trascenderse, suscribe a la vieja magia de los viejos instrumentos y no importa si son reales o samplers de esos instrumentos. O si fue grabado en tiempo real o presentado como una serie de fotos o tomas fijas luego pegadas para formar una película, al estilo dibujo animado. Y sin ellos no hubiera habido Genesis.
TMB: ¿En qué álbum de Genesis dirías que dejaste tu marca de forma más notoria?
SH: Logré dejar mi marca en todos los álbumes que hice con la banda. Creo que el trabajo de guitarra de Selling England by the Pound hizo una diferencia, al menos para mí. No quiero decir que nada es imprescindible. También siento que hice una diferencia en Wind & Wuthering, mucho de lo que compuse para la banda en ese momento y lo que se usó, ayudó a hacer ese álbum más amplio, le dio dimensión. En un punto le dio esa cosa inglesa, pero en otro también le dio la cualidad latina, eso de usar nylon guitar. A Genesis, en los primeros días, le encantaba usar guitarras de 12 cuerdas, pero sentí que la banda debía tener guitarras de cuerdas de nylon e intenté usar nylon guitars en rock y no tenía punto de apoyo, cada vez que había una acústica era con cuerdas de acero. La guitarra con cuerdas de nylon era la base de lo que escuché durante mi crecimiento y sentí que debía tener un lugar en el rock y muchos años después encontramos nylon guitars en muchos trabajos como pueden ser los de Sting o Madonna. Nylon guitar es ahora parte del lenguaje del pop, pero sentí que de cierto modo me estaba arriesgando un poco, porque el sonido de la nylon guitar es más amable, romántico y normalmente el rock y el pop están más preocupados por algo más tajante. Yo quería esa cualidad de susurro, sentía que el rock debía tornarse en algo más amable.